Fatoumata Diawara

Con su nuevo álbum London Ko, Fatoumata Diawara continúa reinventando la música tradicional africana, tras habernos llevado de regreso a sus raíces mandingas en proyectos como Maliba y Le Vol du Boli junto a Abderrahmane Sissako.

Su último álbum, Fenfo, fue el punto de partida de su estilo propio, lo que le valió nominaciones a los premios Grammy y Victoires de la Musique en 2019. En London Ko, Fatou sigue rompiendo las reglas y nos sumerge de nuevo en su universo ecléctico y vanguardista. Con las diferentes influencias que aporta a su música (afrobeat, jazz, pop, electro e incluso hip hop), es imposible encasillar a London Ko en un solo género.

“Puse todo mi amor, mi alma y mi cuerpo en el proceso creativo de este álbum”.

Más aguda que nunca con sus palabras, logra un equilibrio perfecto entre los sonidos sintéticos y los ritmos tradicionales malíes. La canción Dambe (que se puede traducir como "los valores de la tradición") expone claramente las intenciones de Fatoumata Diawara como artista: no se limita a criticar, sino que aporta ideas frescas. La música es su herramienta elegida, y la usa para revelar la posibilidad de una relación diferente con el tiempo. Este cambio entre estilo vanguardista y homenajes a sus ancestros difunde las discordias del presente. La mezcla de géneros se puede entender como un medio de emancipación. Fatou también juega con los espacios geográficos, como vemos en el título del álbum, London Ko. Un neologismo que simboliza su colaboración con Damon Albarn, dando lugar a un nuevo mundo, una fusión de Bamako y Londres. Un guiño a la riqueza de la mezcla, a la apertura al Otro y a la importancia de la interculturalidad. Damon Albarn, figura central en la música inglesa y gran conocedor de la música africana, coprodujo el álbum y aparece en no menos de seis de sus canciones.

Para mí, London Ko significa abrir la mente. También representa la conexión de Damon Albarn con la música de Malí.